Revelando el alma

https://www.youtube.com/watch?v=tvg5SvIVlc0

Ahí estoy yo o ahí está ella, la que se parece a mí pero en ocasiones no conozco, ahí está, acompañada de punzantes recuerdos que se desnudan sin pudor mientras llueve el dolor, la angustia y la frustración sobre mí. Gotas gigantes y saladas, pero no me importa saber de dónde bajan, el delirio me baña mientras la piel permanece erizada. ¿Cuantas veces he vivido esto? Cada vez que se aproxima la concurrente soledad es como si todo volviera a empezar, es como si supiera de memoria el libreto de este drama cíclico que nadie ha presenciado jamás. Quiero enfrentarlo, voy a enfrentarlo, quiero arrancar la costra hipócrita de mi herida, la que nunca cicatriza...  

Cuando descanse en un sueño eterno y ya no pueda ver más, cuando mis suspiros sean los susurros nocturnos de tus recuerdos, quiero que veas los melancólicos atardeceres revelados por mi alma y encuentres tu ausencia en cada uno de ellos.       Fotografía Melary Sarmiento Ya no harán falta las palabras porque todo quedará escrito, las letras y las memorias un día me forrarán la piel. Pronto esas cartas valdrán oro, pero no estaré allí para ver. Disfrútalas  y vuelvelas a leer. Esta es mi voz.

Nunca me he atrevido a hacer publicos mis pensamientos sobre una de las personas más influyentes en mi vida,  sin embargo tomaré como iniciativa esta fecha para honrarle con un texto muy difícil de redactar para mí. A veces busco la manera de agrupar las palabras necesarias para describir lo que significa saber que tienes un padre que nunca más nadie tendrá, excepto mi hermano y yo ( a menos que sea cierto eso que tenemos otros hermanos que no conocemos). Mejor dicho, alargarme no será suficiente y mi capacidad para transmitirlo se vuelve diminuta al lado de los bastos recuerdos e historias que se conservarán por siempre en mi memoria. Tengo un padre que trabajó en  la radio,  de pequeño fue mudo, me recogió en un canasto y me adoptó siendo bebe, vivió mil historia montado en un taxi, tuvo un oso hormiguero, fue monje tibetano, trabajó para las fuerzas militares, conocía a papa noel, fue amigo de Gabriel García Márquez,  viajó en un carro sin frenos, usaba los pantalones al revés, le

Hoy la luna salió temprano, tan temprano que no brillaba, sutil y mensajera, avisando que la noche sería larga y las horas perpetuas. Siempre miro al cielo porque creo perderme en una profundidad que no conozco, en una eternidad que deseo. Camino un poco más y llego al lugar donde enfrento mi más grande miedo. Vuelvo y miro al cielo antes de meter la llave que debió romperse antes. Contemplo entonces el brillo de las joyas celestiales, inadvertida apareció la oscuridad, doy tres pasos, entro y cierro con recelo aquel pasador oxidado. La casa se dio un baño de polvos y parece que las pocas partes que están limpias dañan la uniformidad de tan nostálgica suciedad. Nadie quiere quedarse aquí, aun con los nervios patinando por mi cuerpo me acerco al lugar donde siempre me encuentro con ella. Continúa...

Hasta hoy, solo hasta hoy entre tantas ocupaciones me digno a escribir una carta que creo te mereces. Como es normal que espíes cual cobarde ladrón  para obtener la información  que con la otra cara de tu hipócrita personalidad no podrías conseguir, entonces tengo la total certeza de que me lees desde el aparato viejo donde ocultas tu segundo mundo podrido con comportamientos obsesivos y delirantes. Nunca se me ha ocurrido llamar tu dispersa atención para que conozcas realmente quien soy,  pero hoy se me antoja hacerte sentir importante, ya que yo lo he sido durante mucho tiempo para ti. Que te sientas ignorantemente feliz en la nauseabunda fantasía que vives. Como no puedes inmovilizar la culebra que tienes por lengua, sé que estarás comentando ridículamente tus cortos mensajes en torno a tu alma "impenetrable" y lo inconmovible de tu "esencia", la misma que le tocó generar un espacio que contemplaban escritos con la misma estructura visual y hasta fuente de l